Luis Suardíaz Rivero (1936-2005), fue director de la Biblioteca Nacional José Martí desde 1973 hasta 1976
Poeta, crítico, periodista y
ensayista. Participa en las actividades de los grupos literarios camagüeyanos
Los Nuevos y Tiempo Nuevo. Participó en la lucha contra la dictadura de
Fulgencio Batista y militó en el Movimiento 26 de julio. Al triunfo de la Revolución.
Dirigió periódicos provinciales y programas de radio y televisión. Fundó el
grupo Renovación literaria cuyo principal vehículo de expresión fue el
diario Prensa Libre (1960–1961). Con Rolando Escardó y otros escritores
organizó el Primer Encuentro Nacional de Poetas (Camagüey, 1960). Coordinador
Provincial de Cultura en Camagüey (1960–1962). Director de Literatura y
Publicaciones del Consejo Nacional de Cultura. Director de las revistas Cuba
Internacional y Prisma Latinoamericano y también director del suplemento Patria
del periódico Granma. Recibió mención de poesía en el concurso Casa de las
Américas (1966) por su libro Haber vivido.
Director de la Biblioteca Nacional José Martí desde 1973 hasta 1976. En este breve período de intensa vida cultural no decayó, y continuaron proliferando las investigaciones bibliográficas, históricas y literarias de Bibliotecarios, en Santiago de Cuba, luego durante su mandato se celebrarían los Encuentros V y VI en Varadero y Camagüey, respectivamente, y exactamente entre los años 1973–1975 convierte cada una de las grandes bibliotecas del país en una biblioteca escuela mediante relaciones establecidas con la Escuela de Técnicos de Bibliotecas. Así la inmensa mayoría de los trabajadores se capacitaron como técnicos y logra que el Gobierno revolucionario concediera a estos estudiantes la posibilidad de ingresar en la Universidad de la Habana.
Fue relevante el apoyo que su dirección le ofreciera al sabio Juan Pérez de la Riva como director de la Revista de la Biblioteca Nacional José Martí. Su desempeño garantizó además que todos los libros publicados en el país estuvieran en la red de bibliotecas públicas, reiteró la importancia de la climatización de los fondos, ya señalada por direcciones anteriores, para evitar la pérdida irreversible de la prensa cubana; y con el propósito de separar las funciones de la Biblioteca Pública de las funciones de la Biblioteca Nacional, consiguió la apertura de la biblioteca que funcionaba en el antiguo Lyceum Lawn Tennis Club.
Se propuso una Biblioteca Nacional que cultivara y promoviera una elevada cultura en nuestro pueblo. Significativas actividades de música y literatura dieron fe de ello. La sala de música fue más allá del servicio incorporando a un público culto mediante seminarios o ciclos de música tradicional y música clásica. Las conferencias magistrales de grandes figuras del arte y la literatura cubanos integraron el memorable ciclo de El Autor y su Obra. Ciclo que se inicia en el mandato anterior y cuyos fondos publicara la Revista de la Biblioteca Nacional José Martí.
Con bases ya sentadas la Biblioteca Nacional fue una escuela gigante, contó por estos años con más de cien insertados de la Universidad de la Habana y más de cincuenta de la Escuela de Técnicos. Por último, fue muy significativo en esta etapa el trabajo con los niños tanto en todas las bibliotecas del país.
Este breve mandato es interrumpido al ser nombrado Luis Suardíaz Agregado Cultural de la Embajada de Cuba en la URSS, en 1976.
Luis Suardiaz es autor de varios poemarios, decenas de ensayos literarios y cientos de crónicas en publicaciones periódicas cubanas y extranjeras. Su obra lo hizo merecedor del Premio de Periodismo Cultural José Antonio Fernández de Castro, del Premio Centenario de Alejo Carpentier, y del Premio Nacional de Periodismo José Martí.
Dra. Araceli
García Carranza
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