María Teresa Freyre de Andrade
(1896-1975), fue directora de la Biblioteca nacional José Martí desde 1959
hasta 1967.
Doctora en Ciencias Políticas,
Sociales y Económicas (1942) Doctorado que incluía Derecho Diplomático y
Consular y Derecho Administrativo. En abril de 1930 empieza a dirigir la
revista Mañana, dedicada a los niños, la cual publica hasta diciembre de
1931. (El 27 de septiembre son asesinados por los esbirros de la tiranía
machadista sus hermanos Gonzalo, Guillermo y Leopoldo). Se exilia en Madrid
donde desarrolla amplia campaña contra la dictadura de Machado. Integra el
Comité de Jóvenes Revolucionarios Cubanos. En 1933 publica con Enrique Martínez
El terror en Cuba, obra de acento antiimperialista en la cual denuncia
al mundo los horrores del régimen machadista. La obra prologada por Henri
Barbousse, se edita además en francés y en inglés. En los meses de abril a
julio de 1936 toma un cursillo en la Biblioteca Infantil L’Heure Joyense de la
Prefectura del Sena, París, y desde diciembre de este año hasta noviembre de
1937 trabaja a la par que estudia los métodos de las bibliotecas francesas en
la Biblioteca de la Universidad de París, sección Sorbonne, donde recibe
certificado por las cualidades demostradas en el desempeño de este trabajo.
L’Ecole Nationale de Chartres le expide, en 1938, Diploma Technique de
Bibliothécaire. Regresa a Cuba y ante los tribunales correspondientes del
Instituto de La Habana obtiene título de Bachiller en Letras y Ciencias (sept.
1938). Trabaja intensamente en la Comisión Organizadora de la Asamblea Nacional
Pro-Bibliotecas. En esta Asamblea es elegida Vice Presidenta de la Mesa
Ejecutiva y Vice Presidenta del Comité Permanente encargado de velar por el
cumplimiento de sus acuerdos. En diciembre es designada para recepcionar e
instalar la biblioteca donada por la vida de José Antolín del Culto a la
Universidad de La Habana. Se le encomienda confeccionar y publicar el catálogo
correspondiente. Y en este mismo año matricula en la Universidad de La Habana
donde se gradúa durante el curso académico 1941-1942. En 1940 es designada Vice
Presidenta de la Asociación Bibliotecaria Cubana.
A partir de enero desempeña el cargo de Oficial de Bibliotecas Anexas en la Biblioteca Central de la Universidad de La Habana. Se hace cargo del curso Obras de Consulta y de Bibliografía en la Escuela de Servicio de Biblioteca constituida por la Asociación Bibliotecaria Cubana bajo los auspicios del Lyceum Lawn Tennis Club. Presenta ponencia Hacia la biblioteca popular en la primera sesión de trabajo de la Asociación Bibliotecaria Cubana celebrada en el Ateneo de La Habana. En 1941 es presidenta de la Asociación Bibliotecaria Cubana y dicta conferencia “Sobre la biblioteca escolar” en la inauguración de la biblioteca de la Escuela Primaria Superior de Guanabacoa. Impulsa la campaña de la Asociación a favor de las bibliotecas populares. Es delegada al Primer Congreso Internacional de Archiveros, Bibliotecarios y Conservadores de Museos del Caribe (octubre, 1942).
A partir de diciembre de 1943 trabaja como encargada del departamento. de Publicaciones Periódicas (Hemeroteca) en la Biblioteca Central de la Universidad de La Habana. En 1945 realiza viaje de estudios por bibliotecarios norteamericanas. Estudia el sistema bibliotecario de Estados Unidos a través de la American Library Association y es invitada a trabajar durante cuatro meses en la Biblioteca Pública de New York, con fines de estudio.
En 1946 ofrece “Charlas de Libros” en el Lyceum… e imparte la asignatura de Obras de Referencia, primer curso en la Escuela de Verano de la Universidad de La Habana. Al año siguiente dirige estos cursos en sustitución del Dr. Jorge Aguayo. Dicta curso sobre “El arte de contar cuentos” en el Lyceum Lawn Tennis Club y en la Escuela Normal para Maestros de La Habana. En 1948 es miembro de la Comisión encargada de redactar las Bases y Estatutos de la Asociación de Bibliotecarios. Promueve ante el Primer Congreso Nacional de Profesionales Universitarios crear Escuela de Bibliotecarios en la Universidad de La Habana acuerdo de la Escuela de Filosofía y Letras. En las elecciones de ese año se postula para Senador por el Partido del Pueblo Cubano (ortodoxo). En 1949 dicta curso “Bibliotecas Escolares para maestros” en el Lyceum… En noviembre ocupa cargo de Programme Specialist de la División de Bibliotecas de la UNESCO en París. A partir de este año desempeña funciones en la Sección de Desarrollo de Bibliotecas Públicas de la División de Bibliotecas de la UNESCO.
Interviene en la preparación de manuales de Bibliotecas Públicas de la UNESCO y en la preparación de bibliografía para Cursillo Superior de dicha institución, sobre las bibliotecas en la educación de los adultos. Viaja a Suecia, visita las ciudades de Malmo, Norrkoping y Estocolmo, para preparar Seminario sobre Bibliotecas y Educación de Adultos. Después del golpe del 10 de marzo es detenida varias veces. En 1953 es designada Presidente de la Comisión Organizadora de las Primeras Jornadas Bibliotecológicas Cubanas. Ofrece curso titulado La biblioteca moderna y el trabajo bibliográfico en la Escuela de Verano de la Universidad de La Habana. En 1954 es electa Vicepresidenta de las Segundas Jornadas Bibliotecarias Cubanas y en agosto dirige cursillo sobre Bibliotecología en la Universidad de Oriente. En 1955 el Consejo Universitario de acuerdo con la Facultad de Filosofía y Letras le otorga título correspondiente como fundadora de la Escuela de Bibliotecarios de la Universidad de La Habana. Ofrece cursos sobre servicio bibliotecario y sobre la biblioteca en la escuela y la lectura juvenil en la Universidad de Oriente. En 1957 se asila en la Embajada de México. Viaja a París.
En 1959 es designada Directora de la Biblioteca Nacional José Martí, siendo la primera nombrada por la revolución en este cargo. Durante su mandato reestructura y organiza la Biblioteca Nacional y atemperándola a los nuevos objetivos de masificación de la cultura, crea el Sistema Nacional de Bibliotecas Públicas. En su primera Resolución propone que la primera institución bibliotecaria del país cumpla a cabalidad su función de Biblioteca Nacional, mantenga un personal idóneo y logre una organización departamental efectiva para llevar a cabo funciones de biblioteca pública. También ordenaba que los fondos de bibliotecas recuperadas de personas que se habían ido del país o de instituciones intervenidas debían ser enviadas a la Biblioteca Nacional; y la recatalogación y reclasificación de las colecciones existentes en los fondos, así como las adquiridas en el futuro se realizara según las reglas de catalogación de la American Library Association y el sistema de clasificación de Melvin Dewey.
La Dra. Freyre logró ampliar los departamentos ya existentes y crear los necesarios para que la Biblioteca Nacional asumiera su doble condición de conservar y engrosar los fondos cubanos del siglo XIX con fondos de la Sociedad Económica de Amigos del País y con otros adquiridos mediante la recuperación, los donativos y la compra. Desarrolló el trabajo de extensión bibliotecaria llevando el préstamo de libros a todos los rincones de Cuba donde no existían aún bibliotecas públicas; e impulsó las investigaciones bibliográficas literarias e históricas (Las obras publicadas durante su mandato dan fe de la indización de publicaciones seriadas de los siglos XIX y XX y de las bibliografías compiladas fundamentalmente los volúmenes correspondientes a nuestra bibliografía nacional). La Revista de la Biblioteca Nacional inició su tercera época la cual por su contenido impulsó y prestigió la cultura cubana de su tiempo; y apareció, además, la Revista de Música, publicación de vida efímera, pero de innegables valores, del sólido trabajo del Departamento de Música por esos años.
La Biblioteca se convierte en un foco cultural de la nación cubana atrayendo a miles de lectores mediante cursos, seminarios, conferencias, conciertos, exposiciones, entre otras actividades de promoción del libro y la lectura. En medio de ello se celebra el primer Forum de Bibliotecarios (6-8 de junio de 1964) en el cual se analizó el programa de estudios bibliotecarios de la Universidad de La Habana, y la Campaña de Lectura Popular, fecunda experiencia, que se propuso cultivar el hábito de la lectura, dirigida principalmente a los recién alfabetizados.
Ante la necesidad de acelerar el
desarrollo científico técnico del país la Dra. Freyre crea el Departamento Metodológico
el cual realizaría cientos de compilaciones bibliográficas satisfaciendo así
las urgencias científicas y técnicas cada vez más crecientes que requería el
país.
Esta tarea logró su cometido y apoyó a los diferentes sectores científicos, culturales y socioeconómicos no sólo con la creación de repertorios especializados sino con la asesoría técnica a otros centros de información creados en distintos organismos e instituciones.
La Dra. Freyre cesó como directora de la Biblioteca Nacional el 6 de febrero de 1968 dejando tras de sí una obra creadora y la cual trasciende hasta nuestros días.
Dra. Araceli
García Carranza
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