Marta Terry González (1931), fue
directora de la Biblioteca Nacional desde 1987 hasta 1997
Realizó sus estudios superiores en
la Universidad de La Habana, en la cual obtuvo el Doctorado en Filosofía y
Letras, en 1952, y su graduación como bibliotecaria en 1953. Debió una sólida
formación de postgrado a los estudios que realizó en el New York State Teachers
College, en el New Paltz, en el curso 1953-1954, por beca obtenida
del Institute of International Seminar on Freedom and Security, auspiciada
por The American Friends Service Committee (verano de 1953).
Posteriormente obtuvo beca de la UNESCO en Copenhague, donde recibió el Course for Teacher of Librarianship (1968); por último, recibió cursos especializados en la Universidad de La Habana (1977-1986). Posee amplia experiencia como profesora de la lengua inglesa y de bibliotecología, destacándose en su labor docente en el campo de la referencia.
Es profesora de la Universidad de La Habana desde que se iniciara como alumna auxiliar en el curso 1952-1953 hasta nuestros días, en que ostenta la máxima categoría docente. Ha desempeñado relevantes cargos técnicos y de dirección, entre ellos, directora de la Biblioteca José Antonio Echeverría de las Casas de las Américas, en el período de 1967-1987.
Autora de libros de texto, artículos especializados, etc. ha conformado una amplia bibliografía sobre temas bibliológicos. Ha compilado además varios repertorios bibliográficos.
Entre sus aportes se destaca la Clasificación y asignación de epígrafes a la literatura de los países del Caribe; el desarrollo del trabajo bibliotecario en Cuba y Library situation in Cuba: a brief account, entre otros temas.
En 1981 fue electa miembro del
Comité Permanente de IFLA para América Latina y el Caribe, y en 1985, miembro
de su Sección de Teoría e Investigación Bibliotecológica. Ocupó la presidencia
de la Sección de América Latina y el Caribe de la Dirección de Actividades
Regionales de IFLA en 1987.
La Dra. Terry es la segunda bibliotecaria que rige los destinos de la Biblioteca Nacional José Martí, durante su mandato se vuelve a reestructurar la institución y por ello se amplían las subdirecciones (Metodológico y SNBP, Procesos Técnicos, Servicios al Público y Económica). Los fondos se organizan en orden consecutivo y por ello los espacios entre las colecciones clasificados son utilizados en beneficio de ganar el espacio que requerirán las nuevas adquisiciones.
Tres proyectos debió enfrentar la Dra. Terry: la climatización de los fondos, la automatización de los procesos y los servicios, y la microfilmación de las colecciones patrimoniales más relevantes, sin embargo la caída del campo socialista sumió al país de una crisis económica tal que realizó estos empeños. A pesar de esta crítica situación denominada Período Especial el trabajo bibliográfico no se detuvo, así como tampoco la urgente labor docente de la institución y sus estrechas relaciones con la Federación Internacional de Asociaciones de Bibliotecas (IFLA). Relaciones que hicieron posible un hecho sin precedentes la 60 Conferencia de IFLA en La Habana. Los frutos de esta Conferencia (envío de computadoras y otros materiales necesarios a los servicios para la Biblioteca Nacional y para el Sistema de Bibliotecas Públicas) no se hicieron esperar. No obstante, a partir de 1994 mantener abierta al público la Biblioteca Nacional sin menoscabar de sus servicios y de sus actividades culturales fue un verdadero logro.
Después de concluir sus funciones como Directora de la Biblioteca Nacional ha continuado representándola junto a las bibliotecas públicas del país ante IFLA haciendo cada vez más sólida la presencia de los bibliotecarios cubanos en el campo internacional.
Dra. Araceli
García Carranza
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